El Rey Carlos III de Inglaterra tiene un gran anhelo que quizás solo pueda hacerse realidad gracias a su hijo menor, el Príncipe Harry, y su esposa Meghan Markle. El monarca desea fervientemente conocer a sus dos nietos, Archie y Lilibet, con quienes aún no ha podido encontrarse en persona debido a los conflictos dentro de la familia real.
Desde que los Duques de Sussex renunciaron a sus deberes reales en 2020 y se mudaron a Estados Unidos, se generó una gran distancia con la realeza británica que aún no ha sido saldada. Esto impidió que Carlos pudiera ver crecer a sus nietos, quienes nacieron en suelo estadounidense.
Según reportes del diario The Sun, uno de los mayores anhelos del Rey para su próximo cumpleaños es finalmente poder conocer a Archie, de 3 años, y Lilibet, de 1 año. Los niños llevan los títulos de príncipe y princesa, pero Carlos aún no ha podido verlos personalmente.
La experta en realeza Angela Levin sugiere que, en el marco de las celebraciones del cumpleaños número 74 de Carlos en noviembre, Harry y Meghan podrían viajar al Reino Unido con sus hijos para un esperado reencuentro.
Sin embargo, esto aún luce incierto, considerando que Meghan no asistió siquiera a la coronación de Carlos el pasado mayo, GENERANDO nuevas tensiones con la familia real.
De cualquier forma, Levin afirma que "Carlos querría que los hijos de Harry y Meghan estuvieran allí. Si ellos quieren poner una excusa, es su decisión". El deseo del Rey de conocer a sus nietos parece genuino, pero dependerá de la voluntad de los Sussex.
En caso de que la pareja accediera a visitar Inglaterra, sería una oportunidad única para sanar las heridas y que Archie y Lilibet por fin puedan relacionarse con el abuelo que aún no conocen.
Para Carlos, ver crecer a sus nietos solo a través de fotografías y llamadas debe ser muy doloroso. Se ha perdido momentos preciosos como sus primeros pasos, palabras y cumpleaños.
El distanciamiento también impidió que la Reina Isabel II pudiera conocer a Lilibet antes de su muerte, a pesar de que la niña lleva su apodo como segundo nombre en su honor.
Meghan y Harry han hecho una nueva vida en Montecito, California, y rara vez visitan Europa. Por ello, Carlos tendría que depender de su buena voluntad para que accedan a un viaje familiar con el fin de cumplir su anhelo.
Algunos expertos señalan que, de negarse a ello, los Sussex podrían ganarse aún más críticas por parte de los británicos, acusándolos de impedir el contacto con la familia real.
Pero también está el temor de Harry y Meghan a que su regreso al Reino Unido desate una nueva ola de ataques de la prensa sensacionalista, la cual fue una de las razones por las que decidieron alejarse de la monarquía.
Sea cual sea la decisión, el Rey Carlos merece la oportunidad de ejercer su rol de abuelo y transmitir su cariño a Archie y Lilibet. Y los niños también merecen crecer conociendo sus raíces paternas.
Quizás un primer acercamiento en un entorno controlado, lejos del escrutinio público, podría ser positivo para sanar las heridas. De darse el reencuentro, sería un regalo invaluable para el monarca en su cumpleaños.
Mientras tanto, Carlos deberá conformarse con seguir los pasos de sus nietos mediante las contadas imágenes que Harry y Meghan comparten esporádicamente. Pero nada se compararía con abrazarlos personalmente y recuperar el tiempo perdido con su familia.
