Y es que ante la falta de noticias oficiales sobre su estado de salud por parte de Palacio en las últimas semanas, algunos se han aventurado a affirmar que lo peor ha sucedido: que Kate quizás no sobrevivió a la operación y que la Casa Real lo está ocultando.
Unos rumores a cual más descabellado que, lógicamente, han terminado llegando a oídos de los Cambridge. Ante ello, el equipo de la duquesa no ha tardado en salir al paso para desmentir categóricamente estas alarmantes elucubraciones sobre su posible fallecimiento.
Así lo ha declarado en exclusiva al medio Page Six una portavoz de Kensington, quien subraya que "en enero dejaron muy claro los plazos previstos de recuperación de Kate, y que solo se darían novedades sobre su salud si había cambios significativos al respecto".
Dado que no ha habido más actualizaciones en este sentido, la representante insiste en que "la princesa goza de buena salud y su convalecencia tras la cirugía progresa de forma favorable".
Con este contundente comunicado quieren acallar de una vez las habladurías sobre el preocupante estado de Kate, que según ellos sigue recuperándose satisfactoriamente, como confirmaron cuando recibió el alta hospitalaria.
Sin embargo, para algunos expertos en realeza esta falta de transparencia y hermetismo solo contribuye a alimentar los rumores más descabellados sobre la duquesa, desde su cambio de look hasta supuestas cirugías estéticas o incluso su defunción.
Consideran que sería positivo para su imagen pública que Kate hiciera alguna breve aparición o se publicara alguna imagen actual suya que evidenciara que todo sigue su curso positivo.
Eso sí, teniendo en cuenta su carácter extremadamente celoso de su privacidad, no sería de extrañar que la propia duquesa haya solicitado llevar este asunto en el más absoluto secreto hasta su total restablecimiento.
Sea como fuere, estas declaraciones de su entorno zanjan la absurda especulación sobre el supuesto fallecimiento de Kate, confirmando su favorable estado. Aunque lograr que algunos conspiranoicos depongan sus delirantes teorías es misión casi imposible.
Desde Palacio solo cabe esperar que los admiradores de Kate respeten su convalecencia y no presionen para tenerla de vuelta en público antes de recibir el alta definitiva. Y confiar en que la futura reina consorte vuelva pronto a brillar mejor que nunca en el desempeño de sus funciones reales.
