Tras la publicación de las explosivas memorias del Pelirrojo Real "Spare", Heritage alega que mintió en su solicitud de visa al ocultar su historial de consumo de drogas. Pero el gobierno de Biden desestimó las acusaciones, afirmando que "cualquiera puede escribir cosas en un libro sin que sean ciertas".
Indignado ante esta respuesta "sin sentido", el abogado de Heritage Samuel Dewey contraatacó: "Harry nunca ha negado nada en su propio libro, incluyendo el uso generalizado de drogas". Así que ahora exigen una investigación judicial sobre posibles irregularidades, creyendo que el Príncipe recibió trato especial por su realeza.
"Sin el Rey Carlos III, no se puede venir aquí a trabajar", sentenció Dewey sobre las actividades comerciales de Harry en suelo norteamericano.
De ser cierto que el díscolo Duque mintió en documentos oficiales, su sueño americano podría convertirse en una deportación de pesadilla. Especialmente considerando sus tensas relaciones con el Palacio de Buckingham desde el explosivo "Megxit".
Así que después de renunciar a sus deberes reales, enfrentar la furia de los tabloides británicos y abrir antiguas heridas familiares, la herencia de rebeldía del hijo menor de Diana podría estar a punto de estallarle en la cara justo cuando parecía haber encontrado su "felices para siempre" en California.
Con otro escándalo real amenazando su cuidadosamente cultivada imagen de chico malo woke, el mundo espera ansioso la respuesta de Harry. ¿Logrará su legendario carisma evitar su exilio de la tierra prometida? ¿O está a punto de quedar destronado y sin corona ni país al cual llamar hogar?
