La Corona británica vuelve a minimizar al príncipe Harry al modificar su biografía en la web oficial y quitarle el título de "Su Alteza Real". Un nuevo golpe que evidencia la tensión creciente con los Sussex.
Expertos señalan que esta decisión es una represalia contra las explosivas declaraciones de Harry y Meghan sobre la Familia Real en entrevistas y libros recientes.
Les están despojando gradualmente de sus privilegios como miembros sénior de la realeza, relegándolos a un segundo plano.
Quizás la gota que colmó el vaso fueron las memorias de Harry donde cuestiona las bases de la monarquía y expone trapos sucios de palacio.
Por su parte, los Sussex siguen con su agenda enfocados en causas sociales y proyectos audiovisuales en Estados Unidos.
Parece que asumen con resignación su nueva posición secundaria respecto a la realeza que un día abandonaron.
Aún deben lidiar con el reto de forjarse una identidad sin depender de títulos hereditarios y con el desgaste de su imagen pública.
Pese a todo, su enlace multicultural y su estilo moderno han contribuido a acercar a nuevas generaciones a la Corona. Ese legado perdurará.
Quizás algún día, cuando las heridas cicatricen, sea posible una reconciliación que devuelva a Harry el lugar que merece en la historia.
Por ahora, nos queda desear lo mejor tanto a los Sussex como a la institución real en esta nueva era de distanciamiento. La vida sigue su curso.