Los duques de Sussex vuelven a avivar rumores de crisis después de que Meghan asistiera sola al concierto de Taylor Swift en Los Ángeles mientras Harry está de viaje en Japón.
Las nuevas imágenes de los Sussex por separado siembran dudas sobre el estado real de su matrimonio, sometido a intensa presión mediática.
Expertos señalan que no es extraño que con sus apretadas agendas coincidan pocos eventos, pero la frialdad en el lenguaje corporal cuando están juntos habla de distanciamiento.
Amigos cercanos afirman que la pareja está más unida que nunca y esta separación temporal es positiva para que cada uno brille en sus respectivos compromisos profesionales.
Sea como fuere, Meghan y Harry enfrentan el desafío de criar a dos pequeños mientras reconstruyen su vida lejos de la realeza. Requiere mucho trabajo en equipo.
Quizás necesitan una pausa de su frenética rutina para reconnectarse sin tanta presión exterior sobre el estado de su matrimonio.
Lo importante es que se apoyen mutuamente en sus iniciativas benéficas y de visibilización de causas sociales, su verdadera vocación.
Sus fans confían en que superarán esta etapa y emergerán más fuertes, centrados en su familia y en su pasión por ayudar a los más vulnerables.
Como pareja multicultural representan la esperanza de un mundo más inclusivo. Su unión trasciende rumores y va más allá de ser el centro de atención.
Sea como sea su situación sentimental, deseamos que encuentren la felicidad junto a Archie y Lilibet, los verdaderos protagonistas de esta historia familiar.
